En la punta de la península de Baja California se encuentra una región que guarda una interesante dualidad: Los Cabos. ¿Cuál es esa dicotomía? A este destino turístico lo distinguen dos personalidades que son dramáticamente diferentes. Por un lado, el tranquilo San José del Cabo mantiene la apariencia y el aire de un auténtico pueblo mexicano. Calles empedradas, restaurantes íntimos y boutiques son parte de su encanto. Por otro lado, el estridente Cabo San Lucas, ubicado al otro lado del "Corredor", es el lugar perfecto para la fiesta, con animados bares y glamorosos centros comerciales cercanos a la marina. A Los Cabos se le conoce como "El fin de la tierra" ya que es la última porción de terreno de la Península de Baja California, este vasto y generoso territorio que comparten México y Estados Unidos. Es precisamente por su proximidad con este país que Los Cabos denota una gran influencia del estilo de vida estadounidense, en términos de servicios urbanos y centros comerciales. Sin embargo, se mantiene ese encanto del pueblo.