Si hubiera que elegir una ciudad que representara la quinta esencia de la India, esta sería sin lugar a dudas Benares, tambien llamada Varanasi. Modelada por el Ganges, el río sagrado, sus calles y casas, sus templos y escalinatas, sus chabolas y palacios hierven de gentes venidas de todos los rincones del país en peregrinación, con el fin de darse un baño ritual en las aguas del río. O para morir en la paz de sus orillas y, tras ser aventadas sus cenizas en la corriente, poder franquear las puertas de la eternidad. Benares es un crisol donde se funden, en bullicioso caos, todos los pueblos, castas y religiones del subcontinente indio, con sus contradicciones, su espiritualidad y sus miserias.