Tsumago.


La antigua ruta que unía Edo con Kioto pasando por el valle de Kiso, estaba jalonada por varias paradas, entre ellas Tsumago. Los avances técnicos (tren, carretera, etc...) relegaron el pueblo al olvido… por suerte se ha convertido en un destino muy demandado gracias a sus casas restauradas y a su localización en un magnífico entorno forestal.