Nikko.


Patrimonio de la humanidad, tiene a su entrada el Puente Shinkyo, realizado en madera y pintado de rojo. Antiguamente sólo podían cruzar este puente los shogunes y los enviados del emperador. Enclavado en un paisaje montañoso. La ciudad guarda todavía la apariencia de ciudad antigua, y debido a que no sufrió los ataques de las guerras, conserva aún numerosos templos y pagodas.